lunes, enero 01, 2007

Atrapado


Otro año que pasa a la historia.
He querido ser un ermitaño estas ultimas semanas. He visto pasar el viento junto a mi mientras portaba el ken de Iwama y sonreirme el rio tras tomar unos sorbos. La luna se dibujaba en el agua y la niebla invadia la colina.
La hierba, que en las ultimas semanas me hacian de tatami estaba fria bajo mis pies. La observe durante un rato y me limpie la cara con el agua haciendome resoplar de su frio.
No habia sonido alguno en el cercano bosque y eso me erizaba hasta los pelos de la nuca. ¿Tal vez un nuevo contrincante? ¿un asesino de algun señor que tenia miedo de mi filo? O puede ser, ¿un ronin que reclamaba mi cabeza por la muerte de su señor?
No lo se exactamente pero algo o alguien estaba entre los matorrales.
Con intencion de no levantar sospecha, deje mi ken al lado de mis alforjas y saque mi filo. Relucia con la luz de la luna y con la misma intencion, me coloque una cinta en la cabeza con los kanji de mi familia.
No se si era mi hora, pero cuando la luna te bendice y la naturaleza espera en silencio, parte de ti te confirma que ha llegado.
Nunca dejaria mi espada en manos de otro o dejarla cuando lucho. Fui instruido para respetarla y portarla como fiel samurai.
De repente, entre la naturaleza salio una mujer con una naginata. Fragil pero firme en sus pasos se acercaba y yo no me inmute. Levanto su arma y con una gracia similar a una araña, clavo su arma en mi hombro dejando caer mi fiel acero.
- ¿Porque me matas mujer?
- Porque los problemas terminan con tu muerte. Llevaste a la batalla a mis hijos y murieron junto a ti. Tu estas vivo, no lo puedo permitir.
Mi sangre recorria mi brazo para convertirse en un charco. Conseguia caminar hasta el rio y junto con mi katana me deje llevar por las aguas bañadas en la luz blanca.
No se donde estoy ahora. Vivo atrapado en la luz de la luna, vivo atrapado en mi bushido, en el filo de mi espada.

1 comentario:

Flintstone dijo...

Me ha gustado, Chabi... Se me han erizado los pelos de los brazos.