domingo, enero 31, 2010

Cajita de los recuerdos...

Hoy abri mi cajita de los recuerdos. Habian muchas cosas.
Una entrada del concierto de Bruce, un peluche, fotos, cartas escritas, mis herramientas de la ambulancia... mas fotos.
Entre estas las fotos de mi abuelo. Pocas pero lo suficiente para acordarme de su rostro.
Me acorde de mi padre. Algo que este año pasado me ha rondado mucho por mi cabeza.
Quisiera aprender a perdonar pero tambien anular esa duda de quien fue el culpable.
A nadie le gusta complicarse y es humano.
A mi me da igual quien lea esto. Para mi es no complicarme tampoco. Lo que se hace, hecho esta.
Cuando tenia unos 13 o 14 años me pidieron que pintara en una gran hoja. Seria el regalo del dia del padre.
No sabia que dibujar. Todos pintaban paisajes o a su familia al completo.
Los libros de Ingles eran tipo comics y decidi copiar un guerrero pequeñin. Era como un vikingo.
A todo el mundo le gusto. Y esperaba ansioso que alguien descubriera el mensaje que tenia.
Solo estaba ese pequeño guerrero. Sonriente y con una mano en su espada. Su casco era pequeño y su pelo rubio.
Llego el dia y el dibujo tenia marco. Un marco verde y con un fino cristal que nos enseñaron a colocar, con seguridad, en la clase. Mi padre vio el dibujo y me dio un gran abrazo. Un abrazo infinito para mi. Seguia siendo un heroe para mi.
Pero tampoco capto el mensaje. Ese mensaje escondido pero con mucho sentimiento.
No era un guerrero, ni un heroe... era un cocinero. Estaba orgulloso de mi padre porque hacia magia con las comidas. Sabia hablar de todo tipo de comida. Cuando hacia de comer, mi hermano y yo no parabamos de sonreir en todo el rato. Nos peleabamos por poner la mesa.

Me he dado cuenta que dentro de esa cajita. No tengo nada de mi padre. Ninguna foto. Solo el silencio de los recuerdos que tengo en mi mente. Trabaje con el en su propio negocio pero jamas pude apreciar su pasion por la cocina. El tampoco aprecio la mia por las emergencias.
Dibuje un guerrero que enseñaba hablar Ingles. Curioso, ¿verdad?
No habia paisajes, solo un personaje sacado de un libro de estudio. Porque era mi maestro.
Creo que en estos 11 años de pesadillas. Siempre esperaba que cuando despertara huyendo, apareciera el.
Es una "gilipolles", os direis, con 36 años que hare en Marzo pero... el cumple al dia siguiente al mio.
Recuerdo haberme roto la mano por el. El de dormir pocas horas para ayudarle en su restaurante. El de escucharle de vuelta a casa como se animaba cuando el negocio iba mal. Yo estuve alli siempre.
Cierro esa cajita. Guardo las fotos y observo mis recuerdos. Es algo que hago constantemente. Soy feliz. La gente me quiere. Puedo sacar de algo rutinario, un monologo. Aunque sigas dentro, en lo profundo, dandome mal, sigues siendo mi padre.
A veces consigo, en cada gesto mio, acordarme de que tengo padre. Sus gestos han pasado hacia mi. Miro como sonrio y consigo ver a mi padre.

Dank u wel papa

1 comentario:

Anónimo dijo...

los recuerdos, al final formamos parte de unos y alguien de los nuestros, al final, a pesar del dolor y de las heridas que se abren constantemente, podemos mirar atras y darnos cuenta de lo que nos ha tocado aprender de cada momento