Salimos los 2 al encuentro de un cafe. Estaba fatal, derrumbado... no era el mismo de antes. Le costaba arrancar para explicarme que le ocurria. Me temia algo pero tampoco me atrevia meterme de lleno. Le hechaba de menos porque hacia tiempo que nos habiamos distanciado.
Resoplo y me estuvo contando varias cosas. Se sentia mal y ya no podia mas.
Se lo que es la desesperacion y no saber que salida hay para salir con dignidad de el.
Intente de apoyarle con lo poco que podia o llegaba porque yo tampoco estaba bien.
Estuvimos dando un paseo y visitamos un lugar cerca de la Puerta del Carmen donde existe un bar de Jazz. Sabia que me iva a encontrar comodo alli asi que me senti decepcionado por ver cerrado dicho bar.
Sabia que invitarle a tomar algo y un poco de musica que nos gustaba le animaria pero no pudo ser.
Fuimos a comer un montadito de jamon con algun refresco saturado de hielo. Me extendio su cuaderno... su cuaderno de Bitacoras donde escribia, como yo, sus ideas y demas ocurrencias.
Hacia tiempo que no escribia en mi cuaderno y tenia mucho que contarle asi como enseñarle a el como me habia ido todo este tiempo.
Me habia hecho un rinconcito para que le escribiera lo que quisiera. Justo en la pagina 99 escribi algo que en segundos se me ocurrio. Se alegro mucho y yo mas, pensaba que habia perdido el don de relatar una escena en el papel.
Puede pasar muchas cosas pero que tu pierdas ese cuaderno imposible.
Un abrazo
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